Desde que Darwin lanzara
al mundo sus postulados sobre la supervivencia del más apto y la selección
natural, el debato llevó a la consideración de si las subespecies o las razas
geográficas son categorías de existencia real o simplemente invenciones taxonómicas.
Esta controversia cobro importancia al tratar de extrapolar sus aplicaciones a
la especie humana. Ya desde las propuestas de categorización taxonómica de
Linneo, se reconocían cuatro ''variedades'' humanas (americana, europea,
asiática y africana), que luego aumentaron hasta treinta razas o poblaciones
humanas.
Los estudios genéticos,
mediante análisis de frecuencias génicas y genotípicas, muestran si lugar a
dudas que en el ser humano actual no existen razas geográficas verdaderas.
Todos los seres humanos pertenecen a la especie Homo Sapies y a la subespecie o
raza geográfica única H.sapiens sapiens. Si las diferencias raciales fueran
adaptaciones a los diversos puntos del área de distribución de una especie, los
antiguos núcleos raciales habrían desaparecido, si es que alguna vez
existieron, debido a que icel ambiente en el que vive el ser humano es
cada vez más uniforme.
Sin embargo, se suele
reconocer que el encuentro de culturas, por signos aisladas a lo largo de
la historia, favoreció a la diversidad genética y el continente americano es un
caso típico de este mestizaje; es decir, el apareamiento entre personas de
distintas culturas. Para la época colonial(entre los siglos XVI Y XVII) la
conquista de nuevos territorios en América favoreció la inmigración, primero de
europeos españoles (canarios y peninsulares), portugueses y luego de africanos.
Ya desde el primera viaje
de Cristóbal Colón se inició el proceso de mestizaje, debido al escaso número
de mujeres españolas, los pocos prejuicios raciales y la juventud de los
colonizadores. En la América colonial se denominó mestizos a los descendientes
de españoles e indígenas. Al resultado de la unión entre blancos y negros se
denominó mulatos, y entre indígenas y negros, zambos. En Venezuela, ya en vísperas
de las gestas de emancipación, los llamados pardos (aquellos cuyos ancestros
contenían progenitores negros y blancos) constituían el 37,8 por ciento de la
población, mientras que los blancos apenas llegaban al 25,6 por ciento.
Las guerras por la
independencia venezolana, los nuevos gobiernos republicanos y los movimientos
socio-políticos de los siglos XIX y XX abolieron estas distinciones humanas en
relación con los privilegios sociales y político-administrativos, y ya en el
siglo XX se reconoce la igualdad plena de todos los ciudadanos venezolanos.
Una nueva oportunidad para
la integración de la población venezolana con otras culturas se dio durante el
siglo XIX, bajo la encomienda que hiciera el Gobierno venezolano al cartógrafo
Agustín Codazzi.
Si bien la inmigración de
europeos a Venezuela durante el siglo XIX fue más bien incipiente, el
descubrimiento del petróleo abrió un nuevo escenario de riqueza que favoreció
la inmigración y, para mediados del siglo XX, a consecuencia de las políticas
migratorias para el desarrollo agropecuario, se abrieron las puertas a
numerosos españoles, portugueses e italianos, muchos de los cuales buscaban
nuevos horizontes de prosperidad frente a las penalidades de la Segunda Guerra
Mundial y la implantación de gobiernos dictatoriales en sus países de origen.
La era democrática
permitió la inmigración de ciudadanos de otros países, principalmente de
América Latina, tales como Colombia, Ecuador y algunos países del Caribe.
Se puede concluir que la cultura venezolana es la mezcla de tres civilizaciones, de africanos, indígenas y españoles. Dentro de cada una de
ellas, al mismo tiempo,
existen las sub-culturas.
Cada una de estas civilizaciones ha aportado su grano de arena a la cultura
de Venezuela, una cultura que en líneas generales se asemeja a la cultura de
América Latina. Por ejemplo, la gastronomía
de las tribus indígenas, es algo digno de reseñar, así como la música y el
sentido del ritmo de los africanos. A esto se le debe sumar la lengua o idioma y la gastronomía, influencia de España.
Pero además de estas tres civilizaciones, las más influyentes en la Venezuela actual; se deben destacar otras, como la francesa o italiana, la portuguesa y la estadounidense, países que han contribuido a la diversidad cultural que posee la Venezuela de hoy en día.
Pero además de estas tres civilizaciones, las más influyentes en la Venezuela actual; se deben destacar otras, como la francesa o italiana, la portuguesa y la estadounidense, países que han contribuido a la diversidad cultural que posee la Venezuela de hoy en día.
Fuentes bibliográficas:
Libro: Biología 1, Editorial Santillana, José Manuel Rodríguez R. , José Luis Rada, Henry Árias.
Realizado por: Vivian Salazar y Rayan Ghannam
Biología
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2do lapso
4to año ''A''